La vitamina D es de vital importancia para la absorción de calcio en los huesos. Podemos encontrarla en diferentes alimentos y en los rayos del sol.
La leche, el salmón, el atún, las sardinas, los champiñones y la yema de huevo son ricos en vitamina D, por lo que se recomienda consumirlos de manera regular. Así mismo, recibir el sol en las mañanas es altamente beneficioso para su absorción.
No consumirla nos podría acarrear diferentes problemas de salud, especialmente los que tienen que ver con el sistema inmunológico, ya que hace parte fundamental del funcionamiento de este.
Una salud integral requiere de una alimentación saludable; de igual modo, debemos complementarla con suplementos vitamínicos que nos ayudarán a recuperar los nutrientes que se pierden todos los días.
¿Cómo saber si te hace falta la vitamina D?
El cuerpo es todo un templo y no se queda con nada, por eso al sentir la ausencia de vitamina D se manifiesta con diferentes dolencias, en las que se destacan la fatiga, debilidad muscular, pesimismo, depresión y otras afecciones que nos impiden vivir la vida a plenitud.
Los beneficios de la vitamina D son innumerables, pero estos son algunos de los principales:
- Estimula la función de las células productoras de insulina en el páncreas
- Incrementa la acción de la insulina para un mejor control de la glucosa
- Disminuye la formación de células de grasa
- Favorece la muerte natural de las células cancerosas
- Disminuye la formación de sustancias que favorecen el proceso inflamatorio
- Mantiene las funciones del músculo esquelético
- Interviene en la funcionalidad del sistema que regula la presión arterial
- Fortalece el sistema inmunológico
- Aumenta la protección del sistema nervioso
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